Surgimiento de Palmira
Sobre el acontecer histórico del surgimiento de lo que hoy es el territorio palmirano varios autores han mostrado diferentes teorías sobre éste. Para el historiador Álvaro Raffo Rivera la ciudad fue fundada desde la décima séptima centuria por escritura pública firmada en Buga el 6 de marzo de 1705.
De otro lado, para el historiador William Mallama Lugo, el surgimiento histórico de Palmira se había relegado al hecho en el cual el presidente general, Francisco de Paula Santander, y el Congreso efectuaron la redistribución de la Nueva Granada con el fin de brindar organización y participación a los diferentes sectores de la Nueva Nación que acababa de liberarse del yugo de los españoles y para ello se expidió la Ley No. 156 del 25 de junio de 1824, momento en el cual Palmira es elevada a categoría de Cantón.
Junto a las anteriores versiones del surgimiento de Palmira, varios autores han concluido que este territorio estuvo ocupado antes de la llegada de los españoles por grupos indígenas que habitaron cerca a los ríos agrupados por cacicazgos que se distribuían así: en las estribaciones de la Cordillera Central los Pijaos y Putimaes; en la hoya del río Amaime, los Chinches, los Capacarí, Aují y Anapoimas; y en las orillas del río Bolo, los Buchitolos.
Los complejos arqueológicos de Coronado, Malagana, Bolo y Quebrada Seca han sido datados del siglo 500 a.C. al 500 d.C. Se trata de una ocupación temprana, con relación a las de la región y, aparentemente, de pequeñas concentraciones de baja densidad. Los primeros conquistadores incursionaron en este territorio en el año 1536, bajo las órdenes de Sebastián de Belalcázar.
Las condiciones climáticas que presenta Palmira hacen que poblaciones aledañas decidan instalarse para realizar sus actividades productivas, llevando a la proliferación de pequeñas propiedades en toda la extensión de su territorio. Este crecimiento vertiginoso que estaba presentando el caserío de Llanogrande lo muestra la estadística del primer censo de población realizado en el año 1786, en donde el número de habitantes ascendía a 2.867 personas.
Con base en estas consideraciones, se propuso como fecha de celebración del surgimiento de esta ciudad el día 17 de junio de 1773, momento en el cual surge la primera urbanización y distribución urbanística de la ciudad y que igualmente se tome el 25 de julio de 1778 como fecha en la cual se debe rendir homenaje a las personas que participaron en el movimiento denominado la “Sublevación de los Pardos”. Hecho que permite definir que Palmira no fue fundada, sino que fue producto del desarrollo desencadenado en su proceso histórico.
En relación con el nombre que adopta Palmira, el historiador Mallama asegura que éste sólo aparece hasta el 5 de Diciembre de 1813, cuando Don Pedro Simón Cárdenas con otros ciudadanos notables decidieron proclamar este territorio como Villa. Para ello desobedecieron la autoridad de Buga y de España dándole el nombre de Palmira al antiguo territorio de Llanogrande, cuyo nombre lo adoptaron, por una parte, teniendo en cuenta la imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Palmar y, además, lo acabaron de ratificar con la obra muy famosa del siglo XVIII que se estaba presentando llamada Las ruinas de Palmira, del Conde Volney, basada en la ciudad de la antigua Siria; la unión de estos dos aspectos dio origen al nombre de esta ciudad.
Catedral de Nuestra Señora del Rosario del Palmar
Patrimonio Arquitectónico Religioso y símbolo de la ciudad.
En 1722, y justamente en la Hacienda Malagana, se formó el primer núcleo parroquial, con la advocación de Nuestra Señora del Rosario del Palmar, y en 1724 el obispo de Popayán, Juan Gómez de Frías, concedió permiso de exponer la Divina Majestad en forma permanente, dándole a la capilla el nombre de Iglesia. En 1766 un terremoto destruyó prácticamente la iglesia. En 1852 se remató públicamente ese predio y se inició una nueva construcción ya en el terreno que hoy ocupa. En 1913, fue demolida. En 1914 se coloca la primera piedra y se inicia su construcción. La Catedral se inauguró oficialmente el 9 de febrero de 1929.
En 1722, y justamente en la Hacienda Malagana, se formó el primer núcleo parroquial, con la advocación de Nuestra Señora del Rosario del Palmar, y en 1724 el obispo de Popayán, Juan Gómez de Frías, concedió permiso de exponer la Divina Majestad en forma permanente, dándole a la capilla el nombre de Iglesia. En 1766 un terremoto destruyó prácticamente la iglesia. En 1852 se remató públicamente ese predio y se inició una nueva construcción ya en el terreno que hoy ocupa. En 1913, fue demolida. En 1914 se coloca la primera piedra y se inicia su construcción. La Catedral se inauguró oficialmente el 9 de febrero de 1929.
Capital agrícola de Colombia
El título de capital agrícola o agroindustrial de Colombia se debe al desarrollo científico y tecnológico de Palmira en este campo. Es sede de corporaciones e institutos públicos, mixtos y privados; nacionales e internacionales sin ánimo de lucro, que centran sus trabajos e investigaciones en aspectos como preservación y uso racional de los recursos naturales y el ambiente, aumento de competitividad, desarrollo de capacidad científica, acceso a tecnologías de punta, mejoramiento de cultivos, agrodiversidad, manejo de plagas y enfermedades, manejo de suelos y sistemas de producción. Algunas de estas instituciones trabajan mancomunadamente en torno al proyecto Parque Científico y Tecnológico; ellas son: Corpoica, ICA, Universidad Nacional de Colombia, Fundación Ecoparque Llanogrande, Centro de Agricultura Tropical (CIAT).
Un crecimiento acelerado
Gracias a su ubicación y a la nobleza de su terreno, Palmira presenta en los últimos años un crecimiento urbanístico y económico que ha potenciado su desarrollo en otras áreas de la producción: la industria, el comercio, la ganadería y la minería.
En la agricultura la caña de azúcar sigue siendo uno de los productos de mayor importancia. La caña es procesada en ingenios de la región para producir azúcar, panela, miel y alcohol. Otros productos agrícolas son café, tabaco, cacao, arroz, maíz, fríjol, yuca, papa, algodón, soya, plátano, sorgo, y gran variedad de hortalizas y frutas.
La industria produce maquinaria agrícola, empaques, tubos de cemento y artículos metálicos, entre otros. Los servicios de salud, bancarios, hoteleros y de turismo, transportes, de finca raíz y educativos, contribuyen en gran medida con el crecimiento económico y social de Palmira.
Festivales
En Palmira se celebran diversos eventos de carácter nacional e internacional a lo largo del año, entre los que se destacan la Fiesta Nacional de la Agricultura y el Festival Internacional de Arte y Cultura Ricardo Nieto, evento organizado por la Casa de la Cultura.
Su gente
Un aspecto significativo en Palmira es su factor humano. La ciudad ha sido cantera de importantes deportistas y músicos, y territorio fecundo para las letras. Cabe destacar a Mónica Llano Núñez, ganadora del premio María de las Estrellas, otorgado por la Unesco; a Julio César Londoño, ganador del premio Juan Rulfo de Cuento; y a escritores como Fernando Estrada Gallego, Miguel Caro Gamboa, Óscar Rivera Luna y Mauricio Cappelli.
Pero más allá de los personajes destacados, al recorrer las calles de Palmira se puede disfrutar de la calidez de su gente, producto de la maravillosa mezcla entre blancos, negros e indígenas, que revelan cultura vallecaucana con gran intensidad.
Pero más allá de los personajes destacados, al recorrer las calles de Palmira se puede disfrutar de la calidez de su gente, producto de la maravillosa mezcla entre blancos, negros e indígenas, que revelan cultura vallecaucana con gran intensidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario